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Jesucristo y su tiempo

La tierra de Jesús
Ana Catalina dice: En Palestina, los caminos van “entre vericuetos y senderos torcidos entre valles y montañas. Por eso los cálculos de distancia son con frecuencia muy diversos”1.
La tierra de los israelitas se había llamado, antes de su llegada, Canaán. Posteriormente comenzó a ser conocida como Judea, por Judá, la más importante de las tribus. Pero el nombre que prevalecerá será el puesto con negras intenciones por los romanos: Palestina, la tierra de los filisteos (Philistin), los eternos enemigos de los judíos. Este dato resume la historia de este pueblo que se diría nacido para la persecución.
A la tierra de Jesús, hoy la llamamos como la llamaría Herodoto, Palestina. El único río importante es el Jordán, que desemboca en el Mar Muerto. El Jordán recorre unos 40 Km. Palestina es una región subtropical. Hay 2 estaciones: la invernal o de las lluvias de nov. a abri1 y la seca o estival, de mayo a oct. En el valle del Jordán la temperatura se aproxima a los 50 grados C, en otras zonas es de 25 grados C.
En Nazareth la temperatura media es de 18 grados C. temperatura máxima: 40 y mínima 11: solo excepcionalmente llega a los cero grados.
En Jerusalén la temperatura mínima llega con frecuencia a bajo cero. En primavera y otoño el viento cálido del este es frecuente se llama siroco o sherquijje, y del sureste les llega otro, ambos perjudiciales a la agricultura y a la salud de los habitantes.
El clima de Palestina de la antigüedad y del presente es semejante, no así la
fertilidad del suelo, por la sistemática tala de bosques practicada bajo el largo dominio musulmán.
En tiempo de Jesucristo, Jerusalén y Palestina eran un rincón del mundo, un rincón de los menos conocidos y de los más despreciados. El antisemitismo es un fenómeno muy anterior a Jesucristo. A Cicerón se le atribuye la frase de que el Dios de los judíos debe ser un dios muy pequeño, pues les dio una tierra tan pequeña como nación.
Para el cristiano que visita Palestina, el encuentro con la tierra de Jesús puede suponer un fuerte choque. El descubrimiento de la
sequedad de aquella tierra, sin un río, sin un monte que valga la pena recordar; la mediocridad artística y el mal gusto en casi todos sus monumentos... Impresiona que, puesto a elegir patria, Dios escogiera esta tierra sin personalidad geográfica alguna. Y este fue el mundo que Jesús pisó. Habló como los hombres de su tiempo, comió como la gente de su región, y también su época y su región dejaron huella en él.
Estrabón, el famoso geógrafo romano, había escrito que nadie emprendería una guerra por apoderarse de este país de riqueza material tan escasa. El Talmud escribía: Quien desee adquirir la ciencia que vaya al sur (Judea); quien aspire a ganar dinero que vaya al norte (Galilea). Ciertamente era Judea la región más culta; de ella salían la mayoría de los rabinos. Por eso despreciaban a las demás regiones y se preguntaban con asombro si de Galilea podía salir algo bueno. En Judea estaban, además, las ciudades más importantes de la Palestina de entonces.
Palestina no se puede entender sin ver que es un país ocupado. No se pueden entender muchas páginas del Evangelio sin este telón de fondo. La ocupación romana era más dura de lo que suele suponerse. Roma respetaba, sí, la libertad religiosa de los pueblos conquistados, pero, en cambio, apretaba fuertemente los grilletes de la libertad a base de impuestos y de aplastar los brotes de rebeldía. Poblaciones enteras fueron vendidas como esclavos por el menor levantamiento, o porque sus habitantes no podían pagar los impuestos. El año 43 a.C. fueron vendidas las poblaciones de Gofna, Emaús y Lidda.
La casi totalidad de los funcionarios romanos, desconocía todo lo referente a la religiosidad judía, ignoraba la grandeza del pueblo judío y en toda idea mesiánica no veía otra cosa que amenazas políticas2.
La ocupación extranjera trae siempre, aparte de la pérdida de la libertad, la pulverización de la unidad. Bajo todo país sin libertad hay una guerra civil camuflada.
San Pablo une la venida de Cristo y la plenitud de los tiempos. ¿Vino porque era la plenitud de los tiempos o se realizó la plenitud de los tiempos porque vino él? (Martín Descalzo).
Herodes el Grande: Casi todas las referencias que poseemos de él se deben a Flavio Josefo, quien a su vez las recogió en los manuscritos, hoy perdidos, de Nicolás de Damasco, ministro de Herodes (antigüedades judaicas, XV, 174).
Jesús fue súbdito -nació súbdito- de Herodes el Grande (quien no tenía sangre ni de rey ni de judío). Kypros, su madre era árabe: Antipatros, su padre, era idumeo (semijudío). Los idumeos eran considerados como bastardos por los judíos.
El nombre de Herodes (significa descendiente de héroes. Era de la casa de Esaú) demuestra lo poco que el espíritu judaico inspiraba al padre, que ponía a un hijo suyo circunciso un nombre tomado de la mitología griega. Fue un héroe de la crueldad y de la suntuosidad.
Herodes fue siempre partidario de Roma, porque éste era el poder mayor de Oriente. Era práctico: amigo del hombre más fuerte y del Estado más fuerte. Fue primero amigo de Julio César sin declararse cesariano, y asesinado el dictador, de su asesino Casio. Pasó luego a ser amigo de Antonio, enemigo de Casio, derrotado Antonio, se adhirió a Octaviano. Roma para él significaba el trono de Jerusalén. Fue proclamado rey el otoño del año 40 a.C. por voluntad de Antonio y Octaviano; después de eso subió al Capitolio para ofrecer a Júpiter Capitolino un sacrificio en acción de gracias. Ello revela de qué índole era su religiosidad.
Se ganó a los judíos al reconstruirles el templo. Le gustaban las construcciones grandes y suntuosas. También construyó templos paganos en honor de la diosa Roma y del divino Augusto. Seguía de cerca las cuestiones religiosas por las repercusiones políticas que podrían tener.
El lujo de su corte fue alimentada en parte por el saqueo a la tumba de David. Tan escasa era la devoción que le tenía al fundador del reino de Jerusalén. Flavio Josefo lo define como hombre cruel con todos indistintamente, dominado por la cólera. En el año 37 a.C. hizo matar a 45 partidarios de su rival, el asmoneo Antígono y a muchos miembros del Sanedrín. Dos años después mandó ahorcar a su cuñado Aristóbulo, luego a un tío, a su mujer Mariamme, de quien estaba enamorado. Luego hizo matar a Kostobar el nuevo esposo de su hermana (año 25), luego a sus dos hijos y a 300 oficiales. El año 4 d.C., 5 días antes de su muerte, mandó matar a su primogénito, Antípatros.
Herodes hizo la matanza de los Santos Inocentes:No se sabe si fueron muchos o entre 12 y 25 niños aprox.
Herodes poseía el trono ad personam: no podía disponer de él ni legarlo a sus sucesores sin la aprobación del Emperador.
Los sucesores de Herodes: Arquelao, Antipas, Filippo. Por testamento dejaba:
Arquelao: dominio directo sobre Judea, Idumea y Samaría.
Antipas: tetrarca de Galilea y Perea. (Ambos hijos de Malthake, samaritana) subió al poder a los 17 años.
Filippo: Tetrarca de Traconítide, Gaulanítide, Batanea e Iturea (hijo de la jerosolimitana Cleopatra).
Pero aquel testamento no podía aplicarse sin la aprobación del Augusto. En un testamento anterior Herodes había dejado a Antipas heredo total del trono, por tanto, había enemistad con Arquelao. Cincuenta delegados judíos querían dejar de depender de esos hermanos, y proponían depender de la provincia de Siria. Augusto les confirió a los hijos de Herodes los territorios pero sin el título de reyes. A Arquelao lo nombró etnarca y a los otros dos, tetrarcas (señor de la cuarta parte de un reino).
Arquelao fue destituido al poco tiempo. El tetrarca Herodes Antipas tendría 17 años cuando subió al poder y se mantuvo en el cargo hasta el año 40 d.C. Antipas estaba casado con la famosa Herodías que había sido esposa de Filippo (era hija de Aristóbulo, hijo de Herodes el Grande, es decir, era sobrina suya) Aristóbulo era hijo de Mariamme.
Antes, Antipas estaba casado con la hija de Aretas IV rey de los árabes nabateos, y la repudió, lo que causó su ruina al final.
Herodías llegó de Roma (donde dejó a Filippo) trayendo consigo a la hija que tuvo de su primer esposo: Salomé, quien había aprendido a bailar en Roma. Nadie se atrevía a echarle en cara esto a Herodes Antipas excepto Juan B. Quien estuvo preso cerca de diez meses. Muere Juan.
El rey Aretas atacó y Antipas fue derrotado. Pidió ayuda a Tiberio y éste ordenó al legado de Siria. Vitelio que le ayudara pero, Vitelio no simpatizaba con Herodes Antipas y aplazó su intervención, y la fortuna le ayudó pues cuando llegó con su ejército a Jerusalén se encontró con la noticia de la muerte de Tiberio. Con ello concluyó la expedición y no le ayudó a Antipas. Lo sustituyó Herodes Agrippa, amigo de Cayo Calígula.
Filippo gobernó sus territorios hasta su muerte, En edad ya madura se casó con la hija de Herodías, Salomé (p. 37 de Ricciotti).
Cuando Arquelao fue depuesto y desterrado, sus territorios fueron incorporados al Imperio Romano por Augusto, con lo que dio gusto a los judíos.
Los territorios de Arquelao fueron incorporados a la provincia de Siria, pero no fue una anexión plena, sino una subordinación de poderes. Un procurador ejercía el gobierno directo bajo la inspección del
legado de Siria. Augusto lo hizo así pues sabía que era difícil gobernar judíos.
El procurador romano de Judea tenía su residencia habitual en Cesarea marítima, la suntuosa ciudad construida por Herodes el Grande, única que poseía un buen puerto.
No obstante, el procurador se trasladaba con frecuencia a Jerusalén, capital religiosa y nacional del país, especialmente con motivo de ciertas fiestas como la Pascua. Tanto en Cesarea como en Jerusalén servían de Praetorium -nombre que se daba a la residencia del procurador- los palacios que Herodes poseía en ambas ciudades. En Jerusalén el gobernador utilizaba también la Torre Antonia, para el despacho de negocios. En la Torre Antonia residía la guarnición de Jerusalén.
El procurador tenía legiones o tropas auxiliares, reclutadas entre sirios, samaritanos y griegos, puesto que los judíos gozaban del privilegio de no prestar servicio militar. Estas fuerzas se dividían con cohortes de infantería y en alas de caballería. En Judea había un ala y cinco cohortes una de las cuales constituía la guarnición permanente de Jerusalén. (en total serían unos 3 mil hombres).
Como administrador de justicia. El procurador tenía su tribunal propio, en el cual ejercía el ius gladii, con potestad para dictar sentencias de muerte. Los casos ordinarios eran resueltos por los tribunales locales, comenzando por el Sanedrín de Jerusalem, sin embargo, se había privado al sanedrín de la facultad de pronunciar sentencias de muerte.
Roma era respetuosa de las instituciones del Imperio y también de las extravagancias. La familia imperial envió a veces ofrendas al Templo de Jerusalem. Concedió privilegios a la nación judía. p.e. no podían ser citados a juicio en sábado, ni hacer el servicio militar (exentos). Las monedas romanas acuñadas en Judea no llevaban la efigie del emperador, respetando la prohibición judía de reproducir imágenes de seres animados, entonces sólo tenían su nombre y algunos símbolos admitidos por las normas judaicas (Ricciotti p. 41)
Tampoco fue impuesto a los judíos el culto ala persona del emperador. Calígula lo intentó en el año 40, pero no prosperó.
Muy poco se sabe de los primeros procuradores de Judea. El primero que Tiberio nombró fue Valerio Grato (15-26). A Valerio Grato le sucedió Poncio Pilatos el año 26. De Pilatos hablan Filón y Flavio Josefo. Pilatos aborrecía a los judíos (trajo estandartes con la efigie del Emp. provocó tumultos).
Pilatos ordenó un ataque a los samaritanos y murieron muchos. Condenó a muerte a los más ilustres de los detenidos. Los
samaritanos se quejaron ante Vitelio, legado de Siria. La acusación fue atendida en seguida ya que los samaritanos se distinguían por su fidelidad a Roma y Vitelio destituyó a Pilatos y lo envió a Roma para que respondiera ante el emperador. Su fin nos es desconocido.
Saduceos, fariseos, escribas y otros grupos judaicos.
En los tiempos de Jesucristo, los saduceos y los fariseos formaban, dentro del pueblo judío, las dos principales agrupaciones. Eran 2 corrientes contrapuestas. Tenían diferentes posiciones frente al helenismo, cdo. Éste chocó con el judaísmo, a partir de la época de los macabeos (l67 a.c.).
La insurrección de los macabeos estaba dirigida contra la política helenizante de los monarcas seleucidas. Los fariseos se mantenían separados de todo lo que no fuera judaico.
Fariseo viene del hebreo Perushim y del arameo Perishajja.
Saduceos viene de Sadoq, cabeza de una familia sacerdotal antigua.
Lo que los separaba era la respuesta a: ¿Por qué estatuto se debe regir la nación elegida? Saduceos: por la Torah (Ley escrita). Fariseos: por la ley escrita y la ley oral (preceptos de la tradición). Con la catástrofe del año 70 los saduceos desaparecieron de la historia.
Los saduceos aceptaban sólo la ley escrita y como en ella no hay claramente una doctrina sobre la resurrección de los muertos, lo negaban. Los fariseos extraían de la “tradición” las doctrinas rechazadas por los saduceos..
Toda la elaboración de la Ley que llevaron a cabo los fariseos tenía mucha hojarasca, en un mar de futilidades y pedanterías había algunas perlas valiosas.
Un pagano le pidió al célebre Hillel, anterior en pocos años a Jesús, que le explicara toda la Ley en el tiempo durante el cual pudiese sostenerse sobre un solo pie. “Lo que no desees para ti, no lo hagas a tu prójimo”. Esto es toda la Ley, y lo demás comentario. “Vete y Aprende”. Pero la realidad es que ponían más énfasis en el comentario, y a veces el comentario contradecía la Ley. Jesús les dijo: “Transgreden el precepto de Dios por la tradición” (Mt 15, 3, 6 mc 7,9). Fue sentenciado: “El pagano que se ocupe del estudio de la Torah merece la muerte”: lo que no está en la Ley sino en los celos nacionalistas.
Había fariseos ilustres como Hillel y Gamaliel el viejo, San Pablo... pero las invectivas más severas de Jesús se dirigen contra los fariseos.
de Cos 800 talentos que estaban destinados al templo (un talento era el equivalente a unas 6,000 jornadas de trabajo). Y Cicerón habla de las enormes sumas de dinero que cada año salían de Italia y eran enviadas por los judíos a Jerusalén. Se explica así que el tesoro del tempo fuera codiciado por todos los invasores3.”
Dos sumos sacerdotes intervinieron en la vida de Jesús:... Anás y Caifás. Anás tuvo como sucesores en esa dignidad a sus cinco hijos y a su yerno José, llamado Caifás. Los pontificados de sus hijos y yerno fueron dirigidos por él. Las distintas tareas del ministerio sacerdotal se distribuían por sorteo.
Flavio Josefo (judío) y Cornelio Tácito refieren que uno de los años inmediatamente anteriores a la catástrofe nacional y al incendio del Templo, en la fiesta de Pentecostés estando reunidos los sacerdotes en el templo interior, oyeron una voz, acompañada de una sacudida y un golpe, que decía: “Nos vamos de aquí” (guerra judía VI,299). El pueblo no los quería, como no abandonaron el templo, Dios los abandonó, dejándolos en un Templo para siempre vacío de la presencia divina.
La sinagoga. Fue un lugar de plegaria. Ya en el S.III a.C. se encuentran referencia arqueológicas de edificios sinagogales. El objeto principal del interior de la sala era el santo armario o arca, donde se custodiaban los rollos de la Santa Escritura. El sábado judaico comenzaba al anochecer del viernes y terminaba al anochecer del sábado. La tarde del viernes se llamaba “vigilia del sábado” o “parasceve” o “preparación”. Durante aquella tarde se preparaba todo lo que no podía hacerse en sábado, incluyendo la comida.
Para el judío, la mancha moral del pecado producía también una mancha física. El contacto con determinados objetos que eran efecto del pecado, producían en quien los tocaba un rebajamiento espiritual, una especie de mácula moral. Encontramos sentencias rabínicas de este género: Quien come pan sin lavarse las manos es como quien frecuenta una meretriz.
La reunión iniciaba con la recitación de un trozo de las Escrituras llamado Shemá, por la palabra con la que comienza (¡escucha!). Después se recitaban 18 plegarias.
El Mesías era esperado con ansiedad en los dos siglos anteriores y en el posterior a Jesús. El Mesías debía instaurar en Israel una época de felicidad. El dominio de Israel sobre todas las naciones sería también el dominio del verdadero Dios sobre todos los hijos de los hombres. Se especulaba sobre la época en que aparecería.
3 J.L. Martín Descalzo, Vida y misterio de Jesús de Nazaret, I, 48.
LAS FUENTES
Fuentes no cristianas
Con la destrucción de Jerusalén y del estado judío en el año 70, la vida espiritual del judaísmo quedó representado por la tendencia de los fariseos, los cuales se dedicaron a perpetuar la tradición oral. Hicieron el código de Mishná y su comentario. De la unión del Mishná y su comentario nació el Talmud, que no fue puesto por escrito hasta los siglos V y VI. El Talmud fuel el bastión del judaísmo. En esos escritos se habla algo de Jesús.
Allí dice que el verdadero padre de Jesús fue un tal Pantera. Al separarse definitivamente el cristianismo del judaísmo, los judíos oían a los cristianos de lengua griega afirmar que Jesús era hijo de “parthenou”, es decir, de una virgen; habiéndose confundido el nombre común con un nombre propio, el apelativo de la madre se convirtió en nombre personal del padre. En Egipto –dicen- estudió magia. Vuelto a su patria ejercitó la magia, haciendo incurrir al pueblo en extravíos. Por tales razones fue juzgado y condenado a muerte. El judaísmo no poseyó un patrimonio particular de noticias relativas a Jesús, sino que las tomó del cristianismo, deformándolas (Ricciotti p.100).
FLAVIO JOSEFO
Nació entre al año 37 y 38. Al estallar la insurrección de su patria contra Roma, fue uno de los cabecillas. Tras sufrir algunas derrotas, se entregó al general enemigo, el futuro emperador Vespasiano, del cual fue leal servidor. Destruida Jerusalem bajo sus propios ojos, se fue a Roma con el vencedor, Tito, hijo de Vespasiano, de la gens Flavia, nombre que él como liberto, tomó agregándolo al propio de Josefo. Aproximadamente en el año 75 publicó la Guerra judaica. En el 93 aproximadamente publicó las Antigüedades judaicas.
Plinio el joven
Escribe al emperador Trajano (año 112) y le dice que los cristianos se extienden en la Bitinia. Tácito, en los Anales habla los rumores de que el incendio fuera ordenado, presentó como reos a los cristianos y los colmó de suplicios refinadísimos a quienes el vulgo odiaba. La perniciosa superstición, dice, resurgió en Judea y en la Urbe. Hacia el año 120, Suetonio, confirma que bajo Nerón fueron sometidos a suplicio los cristianos, raza de hombres de una superstición nueva y maléfica (Nerón,16).
Dios es el autor que inspiró los libros de ambos testamentos, de modo que el Antiguo encubriera al Nuevo, y el Nuevo descubriera el Antiguo. Pues, aunque Cristo estableció con su sangre la nueva alianza, los libros del Antiguo testamento, alcanzan y muestran su
plenitud de sentido en el Nuevo Testamento y a su vez lo iluminan y explican4.
Claves de la Antigua Alianza
“Deseando Dios con su gran amor preparar la salvación de toda la humanidad, escogió a un pueblo en particular a quien confiar sus promesas”5. Israel se constituye en pueblo de Dios a través de la Alianza y la Ley. Con Noé se da un nuevo comienzo de la humanidad; pero la atención del autor sagrado se centra en los descendientes de Sem –uno de los hijos de Noé- cuya línea va siguiendo hasta llegar a Abraham.
El libro de Éxodo sitúa en primer plano a Moisés, descendiente de Leví, pero a partir de este momento el protagonista principal será el pueblo de Israel. La elección, las promesas, la alianza y la Ley son hilos que se entrecruzan en la trama del Pentateuco y que atraviesan de arriba abajo todo el AT. Por otra parte, la tierra prometida, la institución de la monarquía, la construcción del Templo y la predicación profética, son nuevos hilos que se entrecruzan con los anteriores.
La elección va acompañada de las promesas. En un principio las promesas se refieren a la posesión de una Tierra Prometida, pero implica mucho más: significan que existe entre Israel y Dios, relaciones singulares. Yavé llama a Abraham a una misión , y en su vocación se prefigura la elección de Israel. Por un designio amoroso Dios ha hecho de la descendencia de Abraham a su pueblo6.
La elección y las promesas están garantizadas por la Alianza. El centro del Pentateuco lo constituye la Alianza de Dios con su pueblo por mediación de Moisés. Pero esa alianza es un eslabón más de una cadena de alianzas que comienza con Noé y continúa con los Patriarcas hasta Moisés. Israel se considera, entonces, el pueblo de la Alianza. Los profetas anuncian una nueva alianza que culminará en Jesús de Nazareth.
Judaísmo
Dentro del campo del judaísmo los estudios básicos abarcaron la Biblia y el Talmud. La creación del Talmud, tanto el Palestinense como el Babilónico, se basa en la Tradición de que Moisés entregó dos leyes a su pueblo: una, la ley escrita o Torah y otra, la ley oral que habría de ir conformándose en épocas posteriores. Del largo
proceso de mil años durante el cual se desarrolló la ley oral y su forma definitiva por escrito que es lo que se llama Mishná, más los ocho siglos de debate y comentarios a la Mishná, dieron por resultado la Guemará, que es lo que se nombra en su conjunto Talmud.
El Talmud recoge, por lo tanto, la doctrina tradicional del judaísmo. Podría considerarse el equivalente a la literatura patrística entre los cristianos o a la Sunna entre los musulmanes.
La amplitud talmúdica es tal que incluye desde la teología propiamente dicha, leyes civiles y religiosas, hasta las más diversas disciplinas, inclusive fábulas y anécdotas. El Talmud salvó al judío de la ignorancia y lo inició en las ciencias profanas. Le proporcionó las bases dialécticas y especulativas que mantuvieron su espíritu alerta. Su enseñanza desde temprana edad sometió a la mente a una gimnasia intelectual basada en el entendimiento, la lógica y la profundidad, que permitió al judío sobrevivir en las más adversas situaciones y evitar el anquilosamiento que sufrieron otros pueblos. El Talmud sirvió para educar al pueblo y mantener intacta la unidad del judaísmo.
El Midrash, también de origen oral, es la materia exegética sobre la Biblia y se desarrolló entre los siglos IV y XII de nuestra era. Comprende la Halajá (ley tradicional) y la Hagadá (relatos y parábolas). El Midrash proporciona las explicaciones que no aparecen en el texto bíblico. Por ejemplo, se preocupa en responder qué pensaba Isaac cuando era conducido al sacrificio, o cuál fue la razón por la que Caín mató a Abel. El Midrash tiene enseñanzas derivadas de las homilías del rabino. Su propósito es didáctico y de edificación moral.
La cábala merece un lugar aparte. Literalmente significa recepción o tradición y es la suma del misticismo judío. Recurre a símbolos, mitos y misterios de interpretación. Enseña a leer no sólo lo escrito sino aquello que está en los espacios en blanco.
El estudio de la Biblia debe entenderse como la comprensión de los significados ocultos: no como un texto cerrado, sino al contrario, como un texto abierto a la interpretación y cuyos secretos deben ser develados7.
Algunas fiestas del calendario judío
Hubo una fiesta que fue adquiriendo mayor relevancia de modo progresivo a los largo de la historia de Israel: es el Día de la expiación (Yom Kippur). Se celebra el día 10 del mes de Tishré
7 Angelina Muñiz-Huberman (compiladora), La lengua florida, Antología sefardí, UNAM-FCE, México 1989, pp. 16-17.
(Septiembre-octubre). Su principal característica era el elemento penitencial y su austera solemnidad. Se prescribía un ayuno riguroso y la abstención de toda clase de trabajos manuales. La fiesta tenía por finalidad borrar todos los pecados de la nación, incluidos los de los sacerdotes y los príncipes del pueblo, y expiar las faltas e impurezas que los sacrificios ordinarios no habían podido cancelar. Servía también para purificar el santuario de toda contaminación que el contacto con los hombres pecadores pudiera haber producido. En el Templo actuaba solamente el Sumo Sacerdote, con simples vestiduras sacerdotales de lino. Era el único día en el año en que podía entrar en el "Santo de los santos".
En primer lugar el Sumo Sacerdote sacrificaba un novillo por sus pecados personales y por los pecados del linaje sacerdotal. Entraba a continuación en el "Santo de los santos", donde, entre otros ritos, tenía especial importancia la aspersión del propiciatorio con la sangre del animal sacrificado. Salía luego para una nueva ceremonia: de entre dos machos cabríos se escogía a suertes uno, que se sacrificaba por los pecados del pueblo. El sumo sacerdote volvía a entrar con la sangre de este animal en el "Santo de
los santos", y hacía una nueva aspersión ,sobre el propiciatorio. Luego, con
la sangre del becerro y del macho cabrío, ungía el altar de los holocaustos. Después de ¡haber salido del Templo, el sumo sacerdote imponía las manos sobre la cabeza del otro macho cabrío que no había sido sacrifica- do, indicando con ello que cargaba sobre él todos los pecados y faltas, voluntarios e involuntarios, de .los israelitas. Este animal era llevado al desierto, donde quedaba abandonado. La celebración continuaba luego
con algunas lecturas bíblicas relativas a la fiesta y la recitación de varias oraciones. El Sumo sacerdote, .poniéndose las vestiduras sacerdotales solemnes, sacrificaba otros dos carneros en holocausto -uno por él y otro por el pueblo- y realizaba el resto de los sacrificios acostumbrados, despidiendo al pueblo con una bendición. El Día de la Expiación era el día en que Israel se reconciliaba con Dios.
Las tres grandes solemnidades del año eran: Pascua, Pentecostés y Tabernáculos.
En la Pascua se recordaba la salida de Egipto. Se celebraba junto con la fiesta de los Ácimos. Durante una semana estaba prohibido comer pan con levadura e incluso mantener levadura en las casas.
En los primeros tiempos después del Destierro el banquete pascual se celebraba como se describe en el capítulo 12 del libro del Éxodo: de pie, aprisa, como dispuestos para el viaje. Con la penetración de las costumbres helenistas fue tomando cada vez más un carácter festivo: se comía recostado, duraba varias horas, y se ajustaba a un detallado ritual.
El cordero se tenía a punto desde cuatro días antes. El día del banquete, se llevaba a hombros -si era sábado atado con una cuerda- al Templo poco después del medio día. Tras la ofrenda del sacrificio vespertino, sobre las 2.30 de la tarde, lo degollaba allí el padre de familia o su representante.
La fiesta de las semanas (Shebuot), o de Pentecostés, se celebraba siete semanas después de la Fiesta de los Acimos y tenía por objeto dar gracias a Dios por la terminación de la cosecha de cereales (trigo, centeno y cebada). Como en Pascua, también en esta fiesta debían comparecer en el Templo todos los varones del pueblo de Israel; por esto eran muy numerosos los peregrinos que de todas partes y de todas las comunidades judías esparcidas por el mundo acudían a Jerusalén para la fiesta. Desde poco antes de la época en la que vivió Jesús esta fiesta se había convertido en el memorial de la renovación de la Alianza del Sinaí. Se recordaba con alegría el don de la Ley y se renovaba el compromiso que supone la Alianza. El ambiente de Pentecostés era festivo y alegre; se multiplicaban en todas partes los bulliciosos banquetes sagrados en los que tomaba parte toda la familia, con siervos y huéspedes.
La fiesta de los Tabernáculos (Sukkot) era la tercera de las grandes fiestas del año. Todos los varones israelitas debían presentarse en el Templo de Jerusalén. Se denominaba también fiesta de la recolección y tenía un carácter muy alegre, pues se celebraba la feliz terminación de la recolección de todos los productos agrícolas. El nombre tiene su origen en los tabernáculos, tiendas, cabañas o chozas, que los israelitas acostumbraban a levantar en los campos y en las viñas para vivir en ellas durante los días de la recolección. Con el paso del tiempo se dio a este hecho una significación histórica y religiosa: las tiendas conmemoraban los años en los que los hebreos habitaron como nómadas durante su peregrinación por el desierto. A lo largo de los siete días que duraba la fiesta los israelitas solían vivir acampados.
Acerca del desarrollo de la fiesta de los Tabernáculos, se puede decir que en Jerusalén cada uno de los ocho días festivos el Sumo Sacerdote rociaba el altar de los holocaustos con una gran copa de agua traída de la piscina de Siloé, para recordar el agua que brotó milagrosamente en el desierto y para pedir a Dios el don de la lluvia. Se entiende así que Jesús aproveche el ritual de la fiesta para trasmitir su enseñanza:
"En el último día, el más solemne de la fiesta, estaba allí Jesús y clamó: Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba quien cree en mi Como dice la Escritura, brotarán de su seno ríos de agua viva. Dijo esto del Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él"8.
8 Juan 7, 2-3.
Otra costumbre de esta fiesta consistía en que la noche del primer día se iluminaba el atrio de las mujeres con cuatro enormes lámparas, que reverberaban su claridad por toda Jerusalén, en recuerdo de la nube luminosa del Éxodo9.
Sabiduría
La revelación del AT puede compendiarse en la noción de sabiduría. El libro del Eclesiástico dice que la Ley es la plenitud de la sabiduría; el sabio no extrae su sabiduría de la experiencia sino de los textos sagrados del AT. Se hace una síntesis entre el saber profano y religioso bajo el concepto de sabiduría. Este fue un instrumento idóneo de Israel para el diálogo con los gentiles y servirá de puente para el encuentro con la cultura griega. Jesucristo es la sabiduría de Dios encarnada. Jesús tiene un conocimiento de los misterios de Dios, del modo de actuar divino, del Reino de los Cielos y del más allá, como nadie antes lo había manifestado. Da explicaciones de la Ley de Moisés aclarando el verdadero espíritu de ésta. Por eso, va creciendo la oposición de los escribas, fariseos y sacerdotes, porque actúa con libertad, sin someterse a la asfixiante casuística de los maestros de la Ley.
Jesús va corroborando la verdad de sus enseñanzas con milagros. Los Evangelios narran la elección de los doce discípulos a los que llama apóstoles10.
-Evangelios: son el corazón de toda la Escritura. Mujer sirio fenicia: pide a Jesús saque al demonio de su hija (lo comenta el Crisóstomo).