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Devociones

Novena a San Judas Tadeo

 

Poco sabemos de San Judas Tadeo, como de otros Apóstoles. Los Evangelios son relatos de la vida de Jesucristo y los demás personajes, incluida la Santísima Virgen María, son secundarios. Ciertamente el Apóstol más mencionado es San Pedro por su papel protagónico en muchos pasajes, pero el otro Simón, Tadeo o Bartolomé, apenas son mencionados.

La "revolución" del Opus Dei

Yo conocí a los 18 años. Mi padre me preguntó:
-“¿Qué es el Opus Dei?”.
- “Se trata de ser santos en medio del mundo, a través de tu trabajo ordinario”, le contesté.
-¿Y qué se necesita para ser santos?
-Querer vivir las virtudes humanas y la fe.
Y a partir de entonces, cuando le preguntaban:
-¿A dónde está tu hija?
-Se fue con los santos, contestaba.

El cielo

Leo Trese trata de ilustrar lo que es el Cielo así: “Supón que en el Cielo llevas un reloj que tiene cuerda para ocho días, y que cada hora allí, representa sesenta billones de años. Nada más llegar, le das toda la cuerda y luego miras un instante a Dios. Una mirada que te hace inmensamente feliz. Luego vuelves a mirar el reloj y observas, asombrado, que ya no tiene cuerda. Esos sesenta billones de años te parecieron un instante de los feliz que eres”. Este ejemplo, además de ser inadecuado, se queda corto. Porque tratándose de Dios y del Cielo, no hay peligro de exagerar.

El Acontecimiento Guadalupano es reconciliador

El pueblo mexica era esencialmente guerrero. Inicialmente, cuando venían de Aztlán buscando tierras, andaban sin rumbo y no eran recibidos por ningún pueblo. Se tenían bien ganado ese rechazo porque, cuando, por ejemplo, habían conseguido la buena voluntad del Tlatoani de Culhuacan, en cuyo territorio residían, le pidieron a su hija para convertirla en diosa de la guerra. El Tlatonani accedió. Poco después los aztecas invitaron al Tlatoani y apareció el brujo bailando revestido con la piel desollada de su hija.

Akatisthos

Akatisthos

¡Salve, oh Vos, por Quién resplandecerá la alegría!
¡Salve, oh Vos, por Quién cesará la maldición!
¡Salve, Restauración del Adán caído!
¡Salve, Redención de las lágrimas de Eva!
¡Salve, oh Cima inaccesible al humano entendimiento!
¡Salve, oh Abismo impenetrable aún a los ojos de los mismos ángeles!
¡Salve, porque sois el Trono del Rey!
¡Salve, porque lleváis a Aquél que lo lleva todo!
¡Salve, Estrella que anunciáis al Sol!
¡Salve, Seno de la divina Encarnación!

Oración a la Divina Misericordia 1

Oraciones a la Divina Misericordia

Acudo a Tu misericordia Dios Compasivo, ya que sólo Tú eres bondad.  Aunque mi miseria es grande y mis ofensas muchas, confío en Tu misericordia porque eres el Dios de la misericordia y desde tiempo inmemorial nunca se ha oído, ni el cielo ni la tierra recuerdan, que un alma confiada en Tu misericordia, haya quedado decepcionada.

Oración a la Divina Misericordia 3

Oración a la Divina Misericordia.

!Oh Divina Providencia,
Concédeme tu clemencia y tu infinita bondad!
Arrodillado a tus plantas a Tí caridad portento.

Te pido para los míos, casa, vestido y sustento.

Concédeles la salud, llévalos por buen camino, que sea siempre la
virtud
la que los guíe en su destino.

Tú eres toda mi esperanza, Tú eres el consuelo mío.
En lo que mi mente alcanza, en Ti creo, en Tí espero, y en Tí confío.